José Ángel Cuevas
Liquidacion del yo
dulce Cristo desembucha del infierno algún Rabelais
que eructe y describa el hoy, lo apile con inmarcesible excremento.
Ezra Pound
Liquidación del Yo
¿Qué importa quién hable?
Samuel Beckett
Yo soy el que soy
un pobre tipo de Chile
padre de tres hijos y una mujer errática
no bebo no fumo no tengo nada qué decir
después de dar por terminada
la Ocupación FF años/ años y años.
No creo absolutamente en nada
sólo en un dios cualquiera.
El aire huele a pobreza
no sé qué será de mí.
Después de una larga temporada
he conseguido trabajo
pero mi casa está vacía, mi mujer
todo el santo día/ dice incoherencias
su padre muerto/ canciones olvidadas
un olor a viento recorre a las personas
alguien vuelve de los cerros, etc.
Cuando todo tenía sentido
yo esperaba micro/ subía unos montes.
Yo/ es nadie
podría sucumbir aquí mismo,
ya hice lo que se debe hacer
tuve hijos fui feliz
fui infeliz
viví al tres y al cuatro.
No hay interés en bailar
no creo en el alcohol
ni en el cigarrillo.
Sólo creo en mí mismo.
Aquí dentro está el universo
resuenan épocas gritos
por las calles en silencio.
Sólo creo en mis propios
zapatos cafés subiendo
la escalera de todos los días
Ha publicado Efectos personales y dominios públicos (1979), Introducción a Santiago (1982), Adiós muchedumbres, (1989), Contravidas (1983), Canciones rock para chilenos (1987), Cánticos amorosos y patrióticos (1988), 30 poemas del ex poeta (1992), Proyecto país (1994), Poemas de la comisión liquidadora (1997), Diario de la ciudad ardiente (1998), Maxim, carta a los viejos rockeros (2000), Destruir en nuestro corazón la lógica del sistema (2001), 2001 (2003), y el volumen antológico Restaurant Chile (2005).
En "Poeta de un país derrotado", entrevista realizada por Ernesto Guajardo para www.letrasdechile.cl:
¿Cómo respondes al lugar común que, incluso en el ámbito literario, sostiene que "es necesario dejar de mirar el pasado, dar vuelta la hoja"?
Yo entiendo esa postura, porque en el arte se está exigiendo lo nuevo, no lo moral. Lo que se considera es la fuerza del poema, que el poema esté bien estructurado, que sea una nueva armazón, no se considera lo moral. No hay una voz moral, realmente. Y eso es lo importante, porque antes existía. Es por eso que muchas poéticas no se han insertado en la comunidad, en la posible comunidad, sino que circulan como experiencias entre especialistas.
Pero también hay otro problema: el desafío de decirlo todo de otro modo. He ido a reuniones de izquierda, ¡y las mismas palabras!: 'intentona', 'leonina' y otra pila de huevás y conceptos antiguos. Se necesita conceptualmente reponer temas, pero de otra manera. En ese sentido le encuentro razón a esa crítica, a los que dicen: "¡ya está con lo mismo!", porque uno siempre está diciendo: "¡ay!, la dictadura...", eso aburre, pero hay que meterse en eso y buscar otras cosas.
¿No será que este poeta todavía está enrabiado por la derrota del proyecto de la UP?
Mira, es mucho más que eso... es mi vida. ¿Cómo voy a estar enrabiado con personas que asesinaron lo mejor de este país?, ¿cómo voy a estar enrabiado con la mentira, el infierno? No lo sé, no tengo palabras todavía para definirlo, ¡y eso es lo que tengo que lograr para escribir lo vivido! Describir en lo que quedó mi vida, con mis amigos alcoholizados, enfermos. Es mucho más que rabia, es por eso que hablo de la catástrofe... ¡es una gran rabia! (ríe, socarrón), una rabia con mayúsculas...
Esto no es algo del pasado, sino que es el presente; en ese momento pasó algo que persiste hasta hoy. Por eso creo que mi papel es como el del judío que nunca deja de hablar del holocausto, ¡tiene que quedar claro!: "el holocausto, el holocausto, el holocausto". Es mucho más lo que hay que decir. Aquí se destruyó una comunidad, y todavía sigue destruida. Los grandes problemas que hay en los barrios, en las poblaciones, en las comunidades, eso tiene que ver con lo que empezó en ese momento y que aún no termina.
Yo me considero poeta de un país derrotado, no un poeta monje, o un poeta alone, ni un megalómano que anda buscando premios o que anda haciendo una operación de publicidad. Uno tiene una misión ética, que para mí es tremendamente grande, y con ella yo me siento satisfecho de haber cumplido como hombre, ante la magnitud enorme de un pueblo que fue destrozado.
Yo viví a fondo la tremenda hermandad que significó el levantamiento de un pueblo. Sentí en mi pellejo la grandeza de esa posibilidad y después viví, día a día, el silencio, la opresión, el aniquilamiento humano, la cobardía. Yo me sobrepuse, seguí viviendo, pero ¡para que vamos a decir una cosa por otra!, ¡es verdad! (ríe, resignado), es una derrota.
3 Comentarios:
La intencionalidad d elas preguntas es siempre la misma en cada entrevista a Pepe Cuevas, Cuando iran a entender que este tipo no es anacronico , es un "hermoso perdedor" del 2000
Paz-empatia
Agudo y buen ex-poeta este Pepe.
francisco soto:recuerdo a mi profe de filosofia con gran cariño sobre todo cuando me regalo unos de su libros. profe eres un gran poeta
y sigue en eso paso.
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