martes, septiembre 26, 2006

Cecilia Pavón (Argentina)


Caramelos de anís

Así como existen las plantas enamoradas del muro, existen las chicas
enamoradas del piso. Esa soy yo. De adolescente, tomé la costumbre de tirarme
al piso a meditar
y desde entonces nunca la abandoné. En invierno uso
una manta roja que me robé de un avión, en verano
no uso nada y el frío de las baldosas me estabiliza el carácter.
Me gusta escuchar mis discos acostada en el piso, y esto
no es un signo de abatimiento:
desde aquí la música es un flash!
Desde el piso veo los muebles desde otra perspectiva,
parecen más modernos o más antiguos, parece que los
hubiera comprado recién.



Berlín

Conocerte es lo único que me faltaba para completar mie ducación. Quiero más de la vida hardcore a tu lado, en discotecas y bares, arrastrarme por el piso para que en un momento de iluminación me digas. “sí estoy dispuesto a violarte en el baño”. “Pero sólo por un breve lapso”y: “por favor no me llames”.Quiero más de la vida hardcore de Berlín. Gente apretada como ratas en una lectura de poesía que tiene lugar en un sótano. Los poemas son buenos, estoy entusiasmada. Ahora vamos por una Avenida, son las tres de la maña-na. El clima es cruel. Aparentemente esta es una zona de vientos.Quiero más de tus manos duras, quiero más alcohol y más drogas.

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